sábado, 31 de octubre de 2009

´Mi participación en el caso María Victoria Willams.Febrero de 1993


Caso María Victoria Willams. Febrero de 1993 Sabía que el teléfono iba a sonar. Era el miércoles 10 de febrero de 1993. Fabio Puentes nuevamente,...sabes porqué te llamo ¿no?, -Me imagino, ¿todavía no apareció María Victoria? -Aún no. Que guacho! Como sabes porque te llamé? (me respondió). Paso a buscarte en diez minutos. Eran las diez de la mañana. En cuanto colgué el teléfono, recordé la prensa de los últimos días, Maria Victoria Williams desapareció en el trayecto que va de su casa en la calle Lieja (Carrasco), hasta la parada donde tomaba el autobús para ir a su trabajo, apenas unos sesenta metros; la tierra se la había tragado, nada se sabía de ella. Era un lunes 8 de febrero de 1993 a las 7 y 30 hs. Mª.Victoria salió a trabajar como todos los días, pero nunca llegó. El llamado desde el trabajo consultando porqué no había ido a trabajar, desató la búsqueda inmediatamente. Recordemos que Carrasco venía siendo golpeado por dos crímenes sin resolver (Andrea Castro y Ana Luisa Miller) y la histeria surgía al mínimo detonante y este por supuesto no era mínimo. Llamó la atención el tipo de persona que era Mª Victoria, estudiante de Ciencias de la Comunicación, centrada, cumplidora y sobre todo responsable, estricta en sus obligaciones; por eso es que el hecho de no ir a trabajar y que no hubiera avisado a nadie, era motivo suficiente para saber que algo malo le había sucedido. Suelen transcurrir 24 horas para que la policía comience la búsqueda de una persona extraviada, pero en este caso se comenzó el mismo día y por parte de la familia y amigos en forma inmediata. Por eso el hecho que solo dos días después de su desaparición, ya me contactaran para colaborar en su búsqueda era bastante curioso y anticipado al menos en lo general de los casos que han pasado siete días o más antes de intentar buscarlos por medios alternativos no tan comunes como puede ser la percepción y la videncia. Sin saberlo comenzaba a involucrarme en un caso insólito por sus características y la exactitud de las visiones confrontadas en solo 48 horas, con una realidad espeluznante. Esa mañana estacionamos el coche frente a la casa de la familia Willams en Carrasco. Por unos minutos nos mantuvimos ahí esperando al subcomisario que era el contacto con la familia. Se respiraba un aire de consternación y preocupación, al menos eso era lo que decían las caras de amigos y parientes que se encontraban en la puerta de la casa esperando alguna noticia e intentando participar en la búsqueda hasta ahora infructuosa. En ese momento nos golpea en un costado de la ventanilla, un personaje con el semblante serio y tosco. -¿Sr. Fabio Puentes? Soy el Subcomisario Gonzáles. Inmediatamente descendimos del vehículo y nos dirigimos hacia un elegante y educado señor que salió a recibirnos y al tiempo que nos saludaba muy amablemente, nos agradecía por estar ahí para colaborar. -Soy el papá de María victoria. Realmente estamos desesperados, toda ayuda que puedan brindarnos les estaremos sumamente agradecidos. Inmediatamente nos explicó los últimos pasos dados por su hija junto, seguidamente con Fabio nos dirigimos caminando muy lentamente, haciendo el recorrido realizado por María Victoria hasta la parada del ómnibus donde según testigos nunca llegó. Rápidamente, volvimos sobre nuestros pasos y entrando nuevamente al coche, intenté concentrarme en lo primero que me viniera en relación a este caso y comencé a dibujar y presentir un conjunto de elementos y sensaciones que marcaron desde un principio una serie de acontecimientos y coincidencias que se iban a ir dando en forma inmediata y con el correr de los días. Muchas veces me parece mentira que cosas que me vienen de la nada sean vestigios de un futuro inmediato y no logro dejar de sorprenderme pese que han pasado muchos años desde aquellos días. Comencé dibujando una cara de una persona de unos cincuenta años, con una frente prominente, ojos pequeños, medio calvo. Inmediatamente me vino la imagen de un canguro, no era un animal en sí, sino una silueta como si fuera un símbolo o un dibujo del mismo. Casi en forma inmediata una sensación de angustia y soledad invadió mi cuerpo (es la imagen y olor de la muerte) una frondosa acacia y un entorno boscoso con una alfombra de hojas amarillas ilustraban estática esa extraña sensación. Intenté posicionarme desde la altura para descifrar la ubicación de esa imagen y percibí una zona, cercana al arroyo Carrasco, pero del lado de Canelones bastante cercana a la costa del Río de la Plata. - ¿Eso es todo? Me interrumpió Fabio. - Sí (le contesté). -¿La ves muerta? -Sí .La veo tirada boca arriba, con los brazos abiertos y con un sacón beige, debajo de un árbol de Acacia en la zona de Canelones, pasando el puente Carrasco. Me sorprendí con mi respuesta, tan segura y más tratándose de la vida de una persona. Eran imágenes muy fuertes y esa sensación de angustia y soledad es muy convincente al momento de confirmarme si una persona se encuentra muerta o no. Fabio tomó inmediatamente el primer dibujo de la cara de una persona que realicé y saliendo del auto se la entregó al padre de María Victoria que nos estaba aguardando afuera como si estuviera esperando el resultado de algún examen importante de su vida. Vio el dibujo y girando sobre sus talones salió raudo hacia su casa sin mediar palabras. El subcomisario se acercó sorprendido por la escena y nos consultó que le habíamos dado o dicho para que reaccionara de esa manera, simplemente le dijimos que le habíamos dado el dibujo de un tipo medio pelado que era lo primero que se me había venido a la mente. Inmediatamente nos consultó si habíamos visto algo más y si la veíamos que estuviera muerta, y en caso de que fuera así por favor no le digamos nada al padre al menos por el momento hasta que pudiéramos hablar tranquilos del tema sin la presencia de los familiares. “Comprendan que no debemos apurarnos en decir algo puede ser un desastre para la familia y aún no sabemos realmente que le ocurrió”. Ambos asentimos con la cabeza a la vez que veíamos al padre de la chica acercándose blandiendo un papel arrugado en una mano y el que yo dibujé en la otra. -¿De donde sacaron este dibujo? Nos consultó. -Fue lo primero que me vino, le contesté. - Porque miren lo que encontró la policía revisando la basura de casa en el día de ayer, buscando pruebas de donde pudo ir María Victoria. Quedamos pasmados, el papel encontrado en la basura tenía dibujado una cara igual a la que yo hice, a diferencia que estaba hecha con lapicera roja y los trazos eran más entrecortados, pero no había duda que la persona era la misma y no hay duda que el padre al ver el dibujo que yo le mostré, inmediatamente recordó el dibujo que hizo su propia hija y la policía encontró revisando la basura. -¿Quién piensa usted que es esta persona? me consultó el padre. - No sé. Solo sé que está asociado al momento que ella aparece. Contesté. -¿La ve que está viva? volvió a preguntarme. Bajando los ojos le contesté que eso aún no lo sabía. El subcomisario había sido claro, aún no podía darle más información. Una vez que el padre de Mª.Victoria se retiró no sin antes agradecernos, nos quedamos junto al subcomisario. Por un instante reino el silencio como comulgando los minutos sin saber que próximo paso dar. Gonzáles miró mis apuntes y me consultó: -¿Un canguro? ¿Estamos en Australia?¿Que tiene que ver un canguro con la aparición de la chica? -Solo sé que debo respetar lo que me viene en primera instancia, y aunque parezca un disparate, lo defiendo. Por algo me vino y no tengo duda que existe alguna relación al momento que la chica aparece. Me miró un tanto sorprendido por la seguridad con la que di mi respuesta y volvió a preguntar: -¿quieren ir al lugar donde dicen ver el cuerpo? Asentí con la cabeza y nos dirigimos en nuestro coche al lugar donde, según mi visión, veía el cuerpo de la chica. En un principio fuimos contra el arroyo Carrasco del lado de Montevideo, cercano a la playa. Paramos el coche y comenzamos a descender por una breve pendiente que termina abruptamente contra el cause del arroyo. El entorno, los colores de las hojas en el suelo, el ambiente majestuoso y el misterioso bosque de acacias, todo era muy similar a lo que había percibido, aunque algo me indicaba que era cruzando el arroyo, sobre Canelones, y así se lo indiqué al subcomisario. Este meneando la cabeza, me contesta: “dudo que enfrente haya algo” y señalándome la orilla opuesta me muestra dos policías a caballo y un par más a pie con una especie de espadines, revisando el monte vecino.”Hace más de 24 horas que estamos buscando en la zona y nada apareció”. Subimos al auto y cruzando el puente Carrasco nos dirigimos hacia donde me parecía podía ser el lugar. Llegué a un espacio cercano a la comisaría de la zona en canelones. Descendiendo la calle me interné en un bosquecito de acacias y encontré un gran árbol, que coincidía con todo lo que había visto. Me tiré al piso sobre un colchón de hojas amarillas debajo del árbol y adopté la posición en que veía a Mª Victoria. “La veo tirada así de esta manera y bajo esta acacia”. El subcomisario me observa y me pregunta: - ¿entonces si está muerta como tu decís,¿porqué no está el cuerpo? Me levanto a la vez que sacudo mi ropa de las hojas y le contesto. - Podrían haberla matado en otro lado y después cuando se calme un poco la búsqueda tirarla en esta zona. No me contestó, solo asintió con la cabeza. Lo dejamos nuevamente en la casa de Ma.Victoria y nos despedimos. Fue toda mi intervención en el caso. Hasta dos días después en que apareció el cuerpo de Ma.Victoria, debajo de la acacia en que yo estuve. Era el viernes 12 de febrero, me despertó mi madre con la noticia de que Willams había aparecido donde yo había dicho, una mezcla de tristeza y sorpresa me inundó, atiné a salir corriendo al quiosco de la esquina a ver los diarios, pero para mi sorpresa, ninguno anunciaba la noticia, claro todo había ocurrido en la mañana y los diarios ya estaban editados cuando esto ocurrió. Un encargado de un parador cercano cortaba camino por el lugar y entró al bosque de acacias para orinar, y se encontró con el panorama de Mª. Victoria muerta con una bolsa de nylon en la cabeza y en una posición muy similar a la visión que tuve de ella y debajo de la acacia. Además la acacia fue la referencia de la noticia “Debajo de una acacia”. Esa tarde fui llamado por la policía, les intrigaba saber como, pude saber con dos días de anticipación el lugar donde ella apareció, y como saber que fue muerta en otro lugar y a los días tirada allí debajo de esa acacia. Los apuntes de Gonzáles me sacaron de ese apriete, además ya me conocían por otros casos en los que había participado. Claro que si la policía tomara esto un poco más en serio, podría haber previsto una vigilancia en la zona donde el cuerpo fue tirado y de esa forma haber atrapado al asesino en el lugar. Pero claro quien va a hacer caso a lo que pueda decir un joven clarividente o como quiera llamarse. De todas formas no dejó de sorprenderme al ver las noticias en los informativos el grado de exactitud de mis percepciones. Aunque hubo algo que me sorprendió sobremanera y fue hasta ahora el olvidado canguro, algo tan simple y sin mucho sentido en la investigación del homicidio de Ma.Victoria, pero si muy importante en el momento en que apareció .El sábado en la mañana ,recibo el llamado del subcomisario Gonzáles; me saluda y me pide disculpas por no haber tomado más en serio las indicaciones que dije en su momento, pero hubo algo que me sorprendió sobremanera y fue que me dijo:¿vio el diario de la noche con la foto del vecino que encontró a Ma.Victoria? luego de mi negativa me dijo, Estoy totalmente erizado de pies a cabeza, el señor que la encontró tiene puesto un gorro con el logo de cangaroo, o sea un canguro. No , no estábamos en Australia, pero el canguro apareció cuando encontraron a Ma.Victoria .Misterios y detalles de la percepción que nunca dejarán de sorprenderme, nunca…..

6 comentarios:

  1. Me gustaría saber si se supo finalmente quién era el hombre del dibujo.

    Increible historia, tenes un don maravilloso aunque no siempre sea para cosas gratas.

    Slds

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  2. Consulta estamos buscando al asesino de camila rodriguez de 14 años beatrizcabrera918@gmail.com

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  3. El "DON" que Dios te dio. Pobre la Familia que tiene que vivir con la tragedia. Por nada del mundo quisiera estar en sus zapatos

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