




Relato de la familia: Montevideo 24 de marzo de 2010 A quién corresponda: Por la presente queremos hacer llegar nuestro reconocimiento al señor Marcelo Acquistapace por la certeza de sus palabras. El domingo 28 de febrero, a las 18 hs. aproximadamente sucedió un trágico accidente en la playa Jardines de Portezuelo en Punta del Este, Uruguay. Mi sobrino de 10 años fue "succionado" por una fuerte corriente que lo desprendió de los brazos del adulto con quien estaba a pocos metros de la orilla. Desesperados por no encontrarlo, a pesar de los esfuerzos que toda la familia y la prefectura realizó, nos hicieron llegar el teléfono del señor Marcelo Acquistapace quién según nos habían informado lograba visualizar lugares y vivenciar acontecimientos trágicos. Como el cuerpito de mi sobrino no aparecía no dudamos en ponernos en contacto con él, a pesar de no tener bien claro a qué se dedicaba ni lo que hacía. Es así que me comuniqué por teléfono y le relaté lo que había sucedido en la playa. Ya hacía tres días que estábamos por cielo, a través de un helicóptero y por tierra, recorriendo las playas, buscando desesperadamente el cuerpo. En cuanto terminé de explicarle la tragedia y el dolor que estábamos padeciendo, me dijo por teléfono que visualizaba un 5, me preguntó-¿mañana es viernes 5? y luego de observar en un calendario, le dije que sí. Continuó diciéndome que, posiblemente ese 5 se debía al día por lo que mañana,según sus palabras,íbamos a tener noticias de mi sobrino. Siguió brindándome información que yo anoté en un papel mientras me las decía y las transcribo en este relato, dijo Marcelo:- Veo una pequeña bahía o una pequeña playita, visualizo que es un lugar con rocas, hay un cartel que está a mano derecha hacia Punta del Este, veo agua, considero que puede ser en la zona de Punta Negra en Piriápolis. Terminó diciéndome: _las primeras visiones que me aparecen son las más certeras porque luego comienza uno a dejarse llevar por lo racional. Me ratificó antes de colgar el teléfono, mañana 5 van a saber del niño, vayan a la zona de Punta Negra, si no aparece el cuerpo allí, tendrán alguna noticia relacionada y aclaró, a media tarde, entre las 15 horas y las 16 horas. En ese momento le pregunté si iba a llover ya que ese jueves mientras hablábamos llovía torrencialmente y el encargado de la búsqueda me había dicho que la tormenta, según le habían informado de meteorología, podría continuar hasta el domingo; Marcelo me dijo que no, él veía sol y nubes y reiteró, vayan mañana a esa zona a media tarde. Quedamos que le iba a mandar una foto de mi sobrino y los datos personales a través de la computadora. Aunque en ese momento yo estaba bastante confundida y realmente nunca había creído en esto de las visualizaciones, le mandé los datos. Esa misma noche, como me había dicho que si le alcanzaba algo de ropa le era más fácil visualizar, le pedí a mi hermana ropa de mi sobrinito y con mi esposo nos dirigimos hacia el domicilio de Marcelo Acquistapace. Sinceramente íbamos dispuesto a encontrarnos con un ser extraño, diferente a lo que uno está acostumbrado a tratar diariamente pero nos llevamos una muy grata sorpresa. Ante nuestros ojos apareció un muchacho de nuestra edad aproximadamente, padre de familia, con una mujer encantadora y unos hijos hermosos. Nos habló desde el corazón, nos hizo sentir por primera vez en cuatro días, esperanzados. Al salir le pregunté a mi esposo si él sentía lo mismo que yo y me dijo que sí, que le había impresionado muy bien y que notó , la gran seguridad con la que decía Marcelo sus palabras. Se mostraba tan seguro de que íbamos a encontrar a mi sobrino, tan seguro del lugar y del día que nos fuimos a casa con una esperanza que personalmente yo ya había perdido después de recorrer en helicóptero más de 20 horas de vuelo desde La Paloma hasta Atlántida, dos balnearios del Uruguay que, si bien están a varios kilómetros del lugar de la tragedia, nos habían informado que las corrientes podrían llevarlo hacia allí. Ante la seguridad de sus palabras y la confianza que nos brindó no dudamos en llamar a mi hermana y cuñado para decirles la buena impresión que nos habíamos llevado de este señor. Al otro día a las siete de la mañana ya estábamos en la zona de Punta Negra, quisimos ir bien temprano por las dudas, aunque teníamos presente la hora que nos había dicho: media tarde. A las 15 y 30 aproximadamente mi cuñado partió con el helicóptero a recorrer la zona, mientras mi hermana, unos amigos y yo seguíamos recorriendo Punta Negra. Mientras mi cuñado estaba en el helicóptero sentía por la radio que decían seguimos con el operativo,pero no entendía qué significaba. Desde las rocas nosotros veíamos movimientos en los alrededores de un buque de la armada nacional que se veía en el horizonte. Pasó una camioneta de la prefectura por donde estábamos y yo me acerqué, me presenté y le pregunté si sabían algo. La persona que estaba al volante, que en ese momento había entreparado la camioneta porque estaba hablando por el celular, me dijo que tenía noticias de un cuerpo que había aparecido pero no me podía informar nada más. El buque de la armada que iba hacia Haiti había encontrado un cuerpo en alta mar. Yo miré la hora eran las 17 horas. Empezaba a aparecer el 5 que había visualizado, era viernes 5, hacía 5 días de la desaparición. En la playa donde estábamos había un cartel el único que estaba hacia el Este y en la arena a la entrada de la playita, que era pequeña porque las rocas hacían una pequeña bahía. Todo empezaba a coincidir con las visualizaciones de Marcelo Acquistapace. Antes que se hiciera la noche, a media tarde , nos informaron que era muy posible que el cuerpo encontrado fuera el de mi sobrino, ya que era de un niño y que nos dirigiéramos a la morgue de Maldonado para reconocerlo. Es así que la angustia de no encontrar el cuerpito se disipó al confirmar que se trataba de mi sobrino. No podíamos creerlo, todo, absolutamente todo,lo que nos dijo el señor Marcelo se volvió realidad. Mientras hacíamos los trámites para el velatorio nos informan desde Montevideo que la sala otorgada era la sala número 5. Es impresionante cómo ese cinco que Marcelo visualizó se nos presentó en todo momento, hasta el cuadro de fútbol en el que mi sobrino jugaba y era fanático jugó un partido en el estadio Centenario de Montevideo y ganó por 5 goles ante el rival. Queremos resaltar además de valorar la labor del señor Marcelo Acquistapace en cuanto a la certeza de sus palabras, de sus visualizaciones, la calidad y el don de buena persona que posee. Es un ser que nos ayudó incondicionalmente sin conocernos de nada desde el corazón y eso es necesario hacerlo público. Si bien él prefiere mantenerse en el anonimato, queremos a través de esta narración, totalmente verídica, darle las gracias y nuestro mayor reconocimiento. Marcelo Acquistapace ayuda a las personas y les brinda sus conocimientos para encontrar a los seres queridos, por lo menos para poder tenerlos en el cementerio, para tener un lugar físico donde saber que están. Es muy triste perder a un ser amado y no encontrar su cuerpo debe ser aún más terrible por eso Marcelo Acquistapace gracias por todo en nombre de mi hermana, mi cuñado y de todas las personas que siempre llevaremos en el corazón a este niño que disfrutó a pleno su tan cortita vida.
Increible,Marce, y me gustó mucho "conocerte" a través de las palabras de esta mujer.
ResponderEliminarHola que tal. Soy Fernando Manzoni, un uruguayo que vive en Italia, me interesò mucho tu historia y lo que haces, visto que voy a ir por allà en agosto y considerando que Acquistapace es un apellido de la zona donde yo vivo (Valsassina, provincia de Lecco, Lombardia) y considerando que colaboro con el diario de esta zona (www.valsassinanews.com) me gustaria si es posible realizarte un reportaje, podemos comunicarnos para los detalles de un posible encuentro, mi direcciòn de correo es: manzoni@valsassinanews.com gracias y espero noticias.
ResponderEliminarMarcelo, que importantes tus visualizaciones y tu don de gente. Es un placer para mi haberme puesto en contacto contigo. Segui ayudando a la gente cuando mas lo necesita!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, fuerte abrazo
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