sábado, 31 de octubre de 2009

´Mi participación en el caso María Victoria Willams.Febrero de 1993


Caso María Victoria Willams. Febrero de 1993 Sabía que el teléfono iba a sonar. Era el miércoles 10 de febrero de 1993. Fabio Puentes nuevamente,...sabes porqué te llamo ¿no?, -Me imagino, ¿todavía no apareció María Victoria? -Aún no. Que guacho! Como sabes porque te llamé? (me respondió). Paso a buscarte en diez minutos. Eran las diez de la mañana. En cuanto colgué el teléfono, recordé la prensa de los últimos días, Maria Victoria Williams desapareció en el trayecto que va de su casa en la calle Lieja (Carrasco), hasta la parada donde tomaba el autobús para ir a su trabajo, apenas unos sesenta metros; la tierra se la había tragado, nada se sabía de ella. Era un lunes 8 de febrero de 1993 a las 7 y 30 hs. Mª.Victoria salió a trabajar como todos los días, pero nunca llegó. El llamado desde el trabajo consultando porqué no había ido a trabajar, desató la búsqueda inmediatamente. Recordemos que Carrasco venía siendo golpeado por dos crímenes sin resolver (Andrea Castro y Ana Luisa Miller) y la histeria surgía al mínimo detonante y este por supuesto no era mínimo. Llamó la atención el tipo de persona que era Mª Victoria, estudiante de Ciencias de la Comunicación, centrada, cumplidora y sobre todo responsable, estricta en sus obligaciones; por eso es que el hecho de no ir a trabajar y que no hubiera avisado a nadie, era motivo suficiente para saber que algo malo le había sucedido. Suelen transcurrir 24 horas para que la policía comience la búsqueda de una persona extraviada, pero en este caso se comenzó el mismo día y por parte de la familia y amigos en forma inmediata. Por eso el hecho que solo dos días después de su desaparición, ya me contactaran para colaborar en su búsqueda era bastante curioso y anticipado al menos en lo general de los casos que han pasado siete días o más antes de intentar buscarlos por medios alternativos no tan comunes como puede ser la percepción y la videncia. Sin saberlo comenzaba a involucrarme en un caso insólito por sus características y la exactitud de las visiones confrontadas en solo 48 horas, con una realidad espeluznante. Esa mañana estacionamos el coche frente a la casa de la familia Willams en Carrasco. Por unos minutos nos mantuvimos ahí esperando al subcomisario que era el contacto con la familia. Se respiraba un aire de consternación y preocupación, al menos eso era lo que decían las caras de amigos y parientes que se encontraban en la puerta de la casa esperando alguna noticia e intentando participar en la búsqueda hasta ahora infructuosa. En ese momento nos golpea en un costado de la ventanilla, un personaje con el semblante serio y tosco. -¿Sr. Fabio Puentes? Soy el Subcomisario Gonzáles. Inmediatamente descendimos del vehículo y nos dirigimos hacia un elegante y educado señor que salió a recibirnos y al tiempo que nos saludaba muy amablemente, nos agradecía por estar ahí para colaborar. -Soy el papá de María victoria. Realmente estamos desesperados, toda ayuda que puedan brindarnos les estaremos sumamente agradecidos. Inmediatamente nos explicó los últimos pasos dados por su hija junto, seguidamente con Fabio nos dirigimos caminando muy lentamente, haciendo el recorrido realizado por María Victoria hasta la parada del ómnibus donde según testigos nunca llegó. Rápidamente, volvimos sobre nuestros pasos y entrando nuevamente al coche, intenté concentrarme en lo primero que me viniera en relación a este caso y comencé a dibujar y presentir un conjunto de elementos y sensaciones que marcaron desde un principio una serie de acontecimientos y coincidencias que se iban a ir dando en forma inmediata y con el correr de los días. Muchas veces me parece mentira que cosas que me vienen de la nada sean vestigios de un futuro inmediato y no logro dejar de sorprenderme pese que han pasado muchos años desde aquellos días. Comencé dibujando una cara de una persona de unos cincuenta años, con una frente prominente, ojos pequeños, medio calvo. Inmediatamente me vino la imagen de un canguro, no era un animal en sí, sino una silueta como si fuera un símbolo o un dibujo del mismo. Casi en forma inmediata una sensación de angustia y soledad invadió mi cuerpo (es la imagen y olor de la muerte) una frondosa acacia y un entorno boscoso con una alfombra de hojas amarillas ilustraban estática esa extraña sensación. Intenté posicionarme desde la altura para descifrar la ubicación de esa imagen y percibí una zona, cercana al arroyo Carrasco, pero del lado de Canelones bastante cercana a la costa del Río de la Plata. - ¿Eso es todo? Me interrumpió Fabio. - Sí (le contesté). -¿La ves muerta? -Sí .La veo tirada boca arriba, con los brazos abiertos y con un sacón beige, debajo de un árbol de Acacia en la zona de Canelones, pasando el puente Carrasco. Me sorprendí con mi respuesta, tan segura y más tratándose de la vida de una persona. Eran imágenes muy fuertes y esa sensación de angustia y soledad es muy convincente al momento de confirmarme si una persona se encuentra muerta o no. Fabio tomó inmediatamente el primer dibujo de la cara de una persona que realicé y saliendo del auto se la entregó al padre de María Victoria que nos estaba aguardando afuera como si estuviera esperando el resultado de algún examen importante de su vida. Vio el dibujo y girando sobre sus talones salió raudo hacia su casa sin mediar palabras. El subcomisario se acercó sorprendido por la escena y nos consultó que le habíamos dado o dicho para que reaccionara de esa manera, simplemente le dijimos que le habíamos dado el dibujo de un tipo medio pelado que era lo primero que se me había venido a la mente. Inmediatamente nos consultó si habíamos visto algo más y si la veíamos que estuviera muerta, y en caso de que fuera así por favor no le digamos nada al padre al menos por el momento hasta que pudiéramos hablar tranquilos del tema sin la presencia de los familiares. “Comprendan que no debemos apurarnos en decir algo puede ser un desastre para la familia y aún no sabemos realmente que le ocurrió”. Ambos asentimos con la cabeza a la vez que veíamos al padre de la chica acercándose blandiendo un papel arrugado en una mano y el que yo dibujé en la otra. -¿De donde sacaron este dibujo? Nos consultó. -Fue lo primero que me vino, le contesté. - Porque miren lo que encontró la policía revisando la basura de casa en el día de ayer, buscando pruebas de donde pudo ir María Victoria. Quedamos pasmados, el papel encontrado en la basura tenía dibujado una cara igual a la que yo hice, a diferencia que estaba hecha con lapicera roja y los trazos eran más entrecortados, pero no había duda que la persona era la misma y no hay duda que el padre al ver el dibujo que yo le mostré, inmediatamente recordó el dibujo que hizo su propia hija y la policía encontró revisando la basura. -¿Quién piensa usted que es esta persona? me consultó el padre. - No sé. Solo sé que está asociado al momento que ella aparece. Contesté. -¿La ve que está viva? volvió a preguntarme. Bajando los ojos le contesté que eso aún no lo sabía. El subcomisario había sido claro, aún no podía darle más información. Una vez que el padre de Mª.Victoria se retiró no sin antes agradecernos, nos quedamos junto al subcomisario. Por un instante reino el silencio como comulgando los minutos sin saber que próximo paso dar. Gonzáles miró mis apuntes y me consultó: -¿Un canguro? ¿Estamos en Australia?¿Que tiene que ver un canguro con la aparición de la chica? -Solo sé que debo respetar lo que me viene en primera instancia, y aunque parezca un disparate, lo defiendo. Por algo me vino y no tengo duda que existe alguna relación al momento que la chica aparece. Me miró un tanto sorprendido por la seguridad con la que di mi respuesta y volvió a preguntar: -¿quieren ir al lugar donde dicen ver el cuerpo? Asentí con la cabeza y nos dirigimos en nuestro coche al lugar donde, según mi visión, veía el cuerpo de la chica. En un principio fuimos contra el arroyo Carrasco del lado de Montevideo, cercano a la playa. Paramos el coche y comenzamos a descender por una breve pendiente que termina abruptamente contra el cause del arroyo. El entorno, los colores de las hojas en el suelo, el ambiente majestuoso y el misterioso bosque de acacias, todo era muy similar a lo que había percibido, aunque algo me indicaba que era cruzando el arroyo, sobre Canelones, y así se lo indiqué al subcomisario. Este meneando la cabeza, me contesta: “dudo que enfrente haya algo” y señalándome la orilla opuesta me muestra dos policías a caballo y un par más a pie con una especie de espadines, revisando el monte vecino.”Hace más de 24 horas que estamos buscando en la zona y nada apareció”. Subimos al auto y cruzando el puente Carrasco nos dirigimos hacia donde me parecía podía ser el lugar. Llegué a un espacio cercano a la comisaría de la zona en canelones. Descendiendo la calle me interné en un bosquecito de acacias y encontré un gran árbol, que coincidía con todo lo que había visto. Me tiré al piso sobre un colchón de hojas amarillas debajo del árbol y adopté la posición en que veía a Mª Victoria. “La veo tirada así de esta manera y bajo esta acacia”. El subcomisario me observa y me pregunta: - ¿entonces si está muerta como tu decís,¿porqué no está el cuerpo? Me levanto a la vez que sacudo mi ropa de las hojas y le contesto. - Podrían haberla matado en otro lado y después cuando se calme un poco la búsqueda tirarla en esta zona. No me contestó, solo asintió con la cabeza. Lo dejamos nuevamente en la casa de Ma.Victoria y nos despedimos. Fue toda mi intervención en el caso. Hasta dos días después en que apareció el cuerpo de Ma.Victoria, debajo de la acacia en que yo estuve. Era el viernes 12 de febrero, me despertó mi madre con la noticia de que Willams había aparecido donde yo había dicho, una mezcla de tristeza y sorpresa me inundó, atiné a salir corriendo al quiosco de la esquina a ver los diarios, pero para mi sorpresa, ninguno anunciaba la noticia, claro todo había ocurrido en la mañana y los diarios ya estaban editados cuando esto ocurrió. Un encargado de un parador cercano cortaba camino por el lugar y entró al bosque de acacias para orinar, y se encontró con el panorama de Mª. Victoria muerta con una bolsa de nylon en la cabeza y en una posición muy similar a la visión que tuve de ella y debajo de la acacia. Además la acacia fue la referencia de la noticia “Debajo de una acacia”. Esa tarde fui llamado por la policía, les intrigaba saber como, pude saber con dos días de anticipación el lugar donde ella apareció, y como saber que fue muerta en otro lugar y a los días tirada allí debajo de esa acacia. Los apuntes de Gonzáles me sacaron de ese apriete, además ya me conocían por otros casos en los que había participado. Claro que si la policía tomara esto un poco más en serio, podría haber previsto una vigilancia en la zona donde el cuerpo fue tirado y de esa forma haber atrapado al asesino en el lugar. Pero claro quien va a hacer caso a lo que pueda decir un joven clarividente o como quiera llamarse. De todas formas no dejó de sorprenderme al ver las noticias en los informativos el grado de exactitud de mis percepciones. Aunque hubo algo que me sorprendió sobremanera y fue hasta ahora el olvidado canguro, algo tan simple y sin mucho sentido en la investigación del homicidio de Ma.Victoria, pero si muy importante en el momento en que apareció .El sábado en la mañana ,recibo el llamado del subcomisario Gonzáles; me saluda y me pide disculpas por no haber tomado más en serio las indicaciones que dije en su momento, pero hubo algo que me sorprendió sobremanera y fue que me dijo:¿vio el diario de la noche con la foto del vecino que encontró a Ma.Victoria? luego de mi negativa me dijo, Estoy totalmente erizado de pies a cabeza, el señor que la encontró tiene puesto un gorro con el logo de cangaroo, o sea un canguro. No , no estábamos en Australia, pero el canguro apareció cuando encontraron a Ma.Victoria .Misterios y detalles de la percepción que nunca dejarán de sorprenderme, nunca…..

Ana Luisa Miller enero de 1992



Caso Ana Luisa Miller.enero de 1992.

La desgracia tocó a Carrasco. A diferencia del caso de Jonathan, que fue su edad e inocencia que lo transformó en un caso de portada y de gran interés social; ahora participaban otros valores, dinero y familias de renombre.
El corazón de carrasco vibró con la cruel noticia. Había sido asesinada un primero de enero de 1992 en horas de la mañana y cubierto por una serie de incoherencias y desacuerdos por parte de los involucrados. Existía un cuerpo, pero no un móvil y sí varios sospechosos. Un halo de misterio envolvía una serie de asesinatos no resueltos en la zona de carrasco ocurridos solo un breve tiempo atrás, como el caso de Andrea Castro, una chica de quince años y que aún su asesino continuaba suelto.
Dentro de esa situación y varios días después de las primeras investigaciones es que hago el primer contacto con el caso. Igual que la primera vez que participé en un caso en apoyo a la policía, el contacto vino a través de Fabio Puentes. Hacía varios días que él estaba participando en el caso, utilizando la hipnosis como un elemento más para la investigación. Además fue el primer caso en Uruguay que se pidió ayuda al FBI, participando un agente de esta organización con un detector de mentiras, todo un acontecimiento en la historia policial de nuestro país.
Como siempre me agarró trabajando en medio de una propuesta publicitaria. Era temprano en la mañana y la verdad es que la llamada de Fabio no me sorprendió; quizás las noticias dadas por los informativos no muy positivas de la investigación me daban la pauta que podrían llamarme para colaborar.
Uruguay casi Fernández Crespo. Era la dirección de una automotora de unos amigos de la familia Miller donde se encontraba el Fiat uno color gris; escenario donde aconteció el homicidio. Bajando una larga y oscura rampa al final de un amplio local y en un rincón de la parte más olvidada, me encontré cara a cara con aquél misterioso vehículo.¿Podría ser capaz de interpretar en él ,algo de lo que aconteció aquel primero de enero en horas de mañana? Lentamente me acerqué y me dispuse a abrir la puerta del conductor. Inmediatamente observé el desorden reinante en el interior del vehículo. No había duda, la policía técnica ya lo había revisado y por supuesto, no quedaba un lugar en el tablero y tapizados que no tuviera algo del polvo utilizado en búsqueda de huellas, rastros de pinceletas de polvo negro por todos lados, incluso los parabrisas y lunetas traseras tenían rastros de haber sido revisadas. El asiento del acompañante que era el lugar donde Ana Luisa encontró la muerte se encontraba echado hacia atrás, quizás una nueva maniobra de policía técnica buscando pistas. Me llamó la atención la falta de cinturones de seguridad en ambos lados del vehículo; después me enteré que habían sido enviados al forense para cotejarlos con la marca dejada en el cuello de Ana Luisa, la cual aparentemente le ocasionó la muerte.
En medio de este panorama, me encontraba intentado concentrar y esperando que me viniera aunque sea solo algo de lo que había ocurrido esa dantesca mañana. Pasaron los minutos y nada significativo se me pasó por la cabeza, solo una desagradable sensación de estar en un lugar que hace pocos días había sido testigo de un cruel asesinato. Pero hay algo que he ido aprendiendo con el tiempo, y es a no hacerme mala sangre si no me vienen percepciones en seguida y en forma fluida; se que no debo exigirme ni esforzarme. Si estas vienen, vendrán solas. A veces enseguida, otras no tanto.
Me retiré de la automotora y nos dirigimos a la Central de Policía de Montevideo en San José y Yi. Una vez en ese lugar nos presentaron a dos investigadores del caso que nos acompañaron a una gran sala de reuniones. Nos presentaron a Fabio Puentes y a mí, al último testigo en ver con vida a Ana Luisa Miller. Un vecino gordito de unos cincuenta y pocos años que vivía frente a la costa donde aparentemente el Fiat uno gris había estado estacionado. El había visto a tres personas discutir y correr alrededor del coche; pensó que estarían pasados de copas dado la fecha acontecida, y entró, restándole importancia al asunto, hasta que al otro día escuchó la noticia del asesinato y se presentó a declarar.
Luego de esa declaración el testigo se retiró y comenzaron a entrar gran cantidad de policías, incluyendo Jefe de Policía y una alta cúpula del comando a cargo de la investigación. Asistentes con block de notas y una gran grabadora en el centro de la mesa.
Me costaba creer que estaba viviendo tal experiencia, pero por otro lado la curiosidad propia del ser humano me daba fuerzas para seguir probando hasta donde es posible continuar...
En medio de esa tirante escena es que comienzo a ser parte necesario de la investigación y a continuación, Fabio me pregunta a ver si puedo intentar concentrarme para ver algo.
Intento olvidarme que soy observado por una veintena de dobles ojos y dejo la mente en blanco, para intentar recibir lo que venga; curiosamente comienzan a venir una serie de objetos sobre fondo blanco y dadas las circunstancias (pese a no tener mucho sentido para mi), comienzo a describirlos: veo... cinco patos verdes en línea...un toro negro bufando sobre un fondo rojo....dos latas de coca cola...un anillo de plata con una piedrita rosada y lo asocio a un acontecimiento muy importante como un cumpleaños.....mocasines marrones con hebillas tipo ojos, el derecho tiene una mancha.....un cinto con hebilla con iniciales H.S.......Y veo un grupo de personas y una de ellas de distingue porque tiene un extraño brillo en la cabeza....... De pronto siento un gran golpe sobre la mesa seguido de...¡ ACÁ SE FILTRÓ INFORMACIÓN! Asustado abro los ojos y veo al comisario inspector mirándome con cara de sorprendido, como esperando saber quien me había pasado esa información. Yo lo miro y le respondo que a mi criterio estaba diciendo un montón de disparates. Luego de unos segundos de meditación y analizándome visualmente, me contesta, “¡ que van a ser disparates chiquilín¡” ;y le pide al asistente que traiga los elementos de prueba que tenían del sospechoso. Por la cara del asistente, no hay duda que él sabía lo que había en esas dos bolsas blancas de supermercado. Una vez sobre la mesa quedaron ahí por largos segundos, hasta que el comisario le dijo: “muestre, muestre lo que hay”. El asistente con un accionar trémulo comenzó a sacar los elementos que se encontraban dentro de las bolsas: dos latas de Coca Cola....,una camisa blanca con rayitas celestes...,un pantalón color crema ( marca LOIS ), en su etiqueta un toro negro bufando sobre fondo rojo...,en su parte interna y a modo de contra cinto grupos de cinco patos verdes en línea....,un anillo de plata con una piedrita rosada (regalo del cumpleaños de quince de Ana Luisa)....,dos mocasines marrones con hebillas tipo ojos, el derecho con una mancha oscura central....,y para colmo, la última foto sacada a la joven asesinada, fue en una fiesta de fin de año en Old Cristian el 31 de diciembre de 1991. En dicha foto se encuentra un grupo de unas treinta personas, entre ellas Ana Luisa y el novio que tenía el pelo engominado (brillo en la cabeza).
La sorpresa de todos los presentes incluyéndome, se vio interrumpida por una pregunta a viva voz ¿Y el cinto con la hebilla? ¿Dónde está el cinto? o usaba pantalón sin cinto le recrimina el comisario inspector a su asistente. Este contesta: “creo haberlo visto con un cinto con hebilla con iniciales cuando el sospechoso trajo la ropa”.
“Quiero el cinto hoy mismo, me oyó, que aparezca hoy mismo” le recriminó el comisario inspector al asistente.
El sospechoso era Hugo Sapelli. Me enteré de su existencia y de su nombre en ese lugar y en ese instante. Las coincidencias eran asombrosas. La mente es increíble. No sé si percibí o simplemente ocurrió telepatía entre alguien que conocía el caso muy de adentro y yo. No deja de ser asombroso el grado de exactitud de las cosas y los detalles en que coincidían, y la importancia de ver y de decir cosas que parecen desubicadas o que racionalmente no tendrían nada que ver con el asunto, pero a la postre pasan a ser las únicas pruebas existentes en el caso y sumamente protegidas por el presumario, o sea que eran muy pocas personas que conocían de su existencia.
No necesariamente las percepciones indican un asesino o elementos que lo inculpen, pero son una parte más en el conjunto de elementos que se manejan a lo largo de una investigación de estas características.
En este caso la policía resolvió el caso a su manera, Pablo Goncalvez se llevó los honores.

Presentación,una breve reseña de como comencé.


Marcelo Acquistapace es uruguayo, publicista y artista plástico. A los 17 años, a través de la hipnosis enfocada al arte, Acquistapace se sumergió en los caminos de la percepción extrasensorial y la clarividencia.

Estas experiencias se transformaron en su principal herramienta a la hora de colaborar voluntariamente en casos relacionados con desaparición de personas, homicidios y suicidios, convocado tanto por la policía como por los propios familiares.

La desaparición del niño Jonathan Viera, ocurrida en 1991 en Salinas, significó la primera participación de Acquistapace en un caso policial. A las tres semanas del hecho, el psíquico visualizó una laguna con dos tanques de agua. Dos días después, los investigadores encontraron el cuerpo de Jonathan en la laguna del Cisne, la principal fuente de abastecimiento de agua potable para los balnearios de la Costa de Oro. Los tanques de OSE estaban allí.

La confirmación de sus aportes impulsó a Acquistapace a desarrollar un método de trabajo que incluye la visualización de eventos futuros. Para ello no solo se vale de las visiones y las fuertes sensaciones sino también de la palabra escrita.
“En la noche la visualización es más recurrente e intensa, entonces me levanto y cuando voy a escribir o dibujar lo que veo comienza la escritura automática con frases estructuradas en cuartetas. Muchos de ellos me vienen con fechas, lugares y palabras que no conozco pero cuando recurro al diccionario y lo analizo descubro que su significado cuadra con lo escrito”, explica.

El común denominador de estas percepciones es la sensación de Acquistapace de que el hecho sucederá próximo en el tiempo, sin embargo, las visiones no conocen de límites geográficos. El anuncio de la captura del asesino serial de
Ipswich (Inglaterra) una semana antes de que sucediera y el triunfo de Barack Obama con seis meses de anticipación, son algunos de los ejemplos.

Acquistapace comenzó a documentar sus experiencias hace cinco años. El archivo - que contiene sus propios escritos y sus participaciones en los medios de comunicación- contiene el anuncio referido a la existencia de gas e hidrocarburos en Uruguay, realizado tres años antes de la divulgación realizada por el presidente Tabaré Vázquez, las inundaciones ocurridas en Uruguay en el año 2007, visualizadas con seis meses de anterioridad y el suicido del padre de Natalia Martínez, visualizado cinco meses antes, entre otros casos.

Así como sus experiencias psíquicas viajan más allá del país, el testimonio de Acquistapace ha trascendido fronteras y en febrero de 2009 fue entrevistado en el show Don Francisco Presenta, producido en Miami por la cadena Univisión.

“Lamentablemente en Uruguay hay muy poco interés, sobre todo académico, para investigar este tipo de temas relacionados con el potencial de la mente, como sí existe en otros países. Sabemos lo difícil que se hace poder apreciar la percepción y la clarividencia en este mundo de escépticos, donde muchos impostores intentan constantemente enriquecerse a través de supuestos dones”, afirmó Acquistapace en la entrevista.



Otros casos destacados:

• Desaparición de Natalia Martínez (enero 2007)
• Accidente con siete sobrevivientes en el Río de la Plata (2007)
• Homicidio de Paula Iglesias (diciembre 2005)
• Desaparición de Ana Paula Graña (diciembre 2000)
• Asesinatos de Ana Luisa Miller y María Victoria Williams (1993)
• Accidente Lacalle Pou (2009)
• Explosión de una cañería de Botnia (2009)
Links:

-Caso Pamela Silva: Subrayado. http://www.youtube.com/watch?v=sob3EP98eYU
-Don Francisco presenta Univisión Miami. http://www.youtube.com/watch?v=esbX2whQxfg
-Entrevista al ministro de industria por Puglia ante el anuncio de Tabaré Vazquez del hayazgo de gas e hidrocaruros . http://www.youtube.com/watch?v=IvCPeY0O7kE

Mi primer caso oficial Jonathan Viera,febrero 1991

En febrero de 1991,surge mi primera oportunidad de poder ayudar a la policía , cuando el renombrado caso de Jhonattan (el chico de 5 años que desapareció en Salinas – departamento de Canelones ) Fabio Puentes me llamó, para ver si podía colaborar con la policía en este caso ya que no tenían pistas a seguir y la presión de la opinión pública era muy grande . Y como en muchas partes del mundo que la policía se apoya en videntes o gente con capacidad de percepción para colaborar en diferentes casos. Hicimos el intento y realmente arrojó resultados asombrosos, Nos reunimos con un grupo de personas que tenían facilidad para ser hipnotizados y gran sensibilidad, nos sentamos alrededor de una gran mesa, donde Fabio junto a un comisario a cargo de la investigación nos pusieron al tanto de lo ocurrido, dándonos el nombre completo del chico y el día en que desapareció frente a los ojos de otros chicos, la tierra se lo había tragado. Una vez que nos proporcionaron la información, nos dijeron que la forma de trabajo iba a ser la siguiente : íbamos a hacer una sesión de hipnosis e intentaríamos hacer una regresión al momento y día en que el chico se perdió y una vez allí intentar describir todo lo que pudiéramos ver oír o sentir, sin dejar nada de lado aunque pareciera una tontería o estupidez(tiempo después me dí cuenta de la importancia de no dejar nada de lado aunque pareciera que es imposible o disparatado) con una grabadora grande de cinta sobre la mesa que vaya a saber de donde la sacó la policía, intentamos hacer el primer acercamiento. Nadie decía ni veía nada ,de pronto comencé a ver una vista aérea de un barrio tipo balneario con pinos y calles de tierra colorada, logré acercarme y ver algunas casas y un grupo de chicos jugando al fútbol en la calle ,cuento cinco chicos jugando y uno más pequeño que identifico como que es Johnattan, a un costado del arco , descalzo y estaba sin jugar, incluso veo que el arco está conformado por un pantalón deportivo azul a modo de palo y del otro lado una campera también deportiva de color naranja.En determinado momento veo que Johnattan cruza por delante del arco y se dirige a una casa que se encuentra a un costado de la calle, entra y al rato sale calzado con zapatillas deportivas .En el momento que entra en la casa se me viene la imagen de una virgencita. Inmediatamente después me posiciono detrás de una persona de unos treinta años, cabello largo hasta el hombro color castaño y que se encuentra sobre una vieja bicicleta negra, viendo la imagen de los chicos jugando al fútbol desde otra perspectiva de la que yo veía, detrás de unos árboles y ahí por primera vez presentí una sensación de insana o malicia hacia esos niños que estaban jugando en la calle. Inmediatamente siento una extraña sensación de angustia y percibo que el niño Johnattan está muerto, no logro retener las lágrimas, no hay duda que no me equivoco; volviendo a la mesa abro los ojos y veo a todo el grupo participante de la experiencia , mirándome atónitos, excepto Fabio que también tenía una lágrima sobre su mejilla, el también presintió la extraña sensación de la muerte. Esa experiencia no fue terminada ni sorprendente hasta dos días después en que la policía comenzó a confirmar las vivencias con los datos de los testigos y confrontando los hechos con la realidad. La descripción del lugar y ubicación de las casas coincidía con mi relato, la cantidad de chicos jugando, la ropa utilizada para armar el arco, el hecho que Jhonatan no jugara en un principio porque se encontraba descalzo. La ida de este hasta la casa de una tía a calzarse y la frutilla final, cuando se interroga a la Tía referente a si tenía una virgencita de Lourdes o similar, y ante el comentario de ella que no tenía nada similar ,exceptuando unas baldositas que se encontraban debajo de unas enredaderas frente a la casa, que sabía que era algo religioso pero nunca corrió las enredaderas para ver de que se trataba. La policía cortó algunas de las enredaderas y se encontró con una baldosita con la imagen de la virgen de Lourdes. Quizás no fuera trascendente en la definición del caso pero no hay duda que es un estímulo en la confirmación de elementos sueltos en una percepción que con el transcurrir de la investigación comienza a conformar parte de un gran rompecabezas y sirve de base para continuar hilos de investigación , hasta ahora insospechados. Dos días después y a modo de anécdota y como ejemplo de cómo se debe tomar este tema serio y profesionalmente , es que me llaman de la policía, para que los acompañara junto a una vidente del interior (Mercedes) que aparentemente en esta ciudad era reconocida por sus aciertos, para ir a la zona donde el chico desapareció y allí reunirnos con unos “videntes” del lugar a ver si en conjunto podríamos definir algo más concreto, referido a la suerte que el chico hubiera corrido. Dejé momentáneamente mi trabajo en la agencia y concurrí a San José y Yi (Jefatura central de Policía de Montevideo) allí conocí al jefe de policía de mercedes que era el encargado de traer a la vidente mercedaria (curiosamente yo también soy nacido en Mercedes).Subimos a su coche y nos dirigimos a la seccional de Salinas (Canelones) que estaba a cargo de la investigación en la zona. Una vez allí junto al comisario a cargo y un grupo de unos quince agentes y tres vehículos de la policía nos dirigimos al consultorio de “los videntes” de la zona. No puedo explicarles la sorpresa que me lleve cuando conocí a estos individuos, él (pae)1 mt 90,160 kilos aproximadamente, peladito y con unos bigotes muy profusos y por supuesto una gran túnica que cubría todo su espectro con unos extraños caracteres bordados en el pecho. Ella (mae)1 mt 40, 40 kilos, delgada, desmejorada ,y con una pequeña túnica de maestra de botones ajustados .No hay duda que él le absorbía toda la energía o sino la naturaleza había sido muy extremista en el reparto. Pasamos a su oficina, que era más una extraño templo religioso decorado por un sinnúmeros de estatuillas de dioses, macumba y elementos que no logré identificar. Me sentía ridículo con solo pensar que la policía me metiera en un mismo paquete con este tipo de personajes. Pero ya que estaba ahí me dediqué a observar y por supuesto a ver lo que yo no quería llegar a transformarme. Luego de tomarse un abundante trago de lo que considero era caña o grapa el dúo dinámico tuvo una extraña transformación, él era un perro y con su olfato seguía supuestamente el rastro de Johnattan que según él lo secuestraron para quitarles los órganos (un tema muy en boga en ese momento-tráfico de órganos).Ella, un ángel protector que volaba sobre el niño para protegerlo, haciendo un extraño ruido con la boca que me recordaba al llamado a las gallinas a comer que se les hace en campaña. Una vez que el perro rastreador logró ubicar el lugar donde se encontraba Johnattan , el ángel protector les pasaba la dirección a los agentes afectados al caso y estos como bólidos salían corriendo a rescatar al desafortunado niño antes que llegaran a extraerle los órganos para ser colocados en un niño receptor con padres adinerados que pudieran pagarle su nuevo y compatible órgano. A la cuarta dirección de búsqueda y viendo que al perro rastreador le fallaba el olfato o justo ese día sufría un resfrío que no le permitía cumplir con éxito su excelente trabajo, la policía optó por dejar a un lado la extraña visión de estos dos calificados colaboradores ,no sin antes tener que abonar determinada suma de dinero por la eficaz colaboración proporcionada. No obstante cada pocos minutos de esa extraña sesión, el pae rastreador me consultaba a ver si yo no sentía y veía lo mismo, a lo que yo simplemente respondía, está muerto y por ahora no veo nada más, lo cual era cierto . Para terminar con el extraño circo una vez que salimos ,comencé a toser a causa del humo que el mismo pae fumaba más los inciensos encendidos, este se me acerca y me dice vas a tener que dejar el cigarro porque sino este te va a mal trae, a lo que yo contesté, en mi vida fumé un cigarrillo. No sé con que cara lo habré mirado pero fue la última vez que vi al pae perro rastreador. Pero mi experiencia en el caso de Johnattan no terminó ahí; dos semanas después y a eso de las 3 y media de la madrugada, me ocurre algo que nunca podré olvidar por la carga de emociones que eso produjo en mí. De golpe es como si me encontrara frente a una cortina negra, esta se rompe y me encuentro en una laguna con juncos y me llama la atención porque veo dos tanques de ose sobre una estructura y lo extraño es que veo la imagen invertida como si estuviera viendo el reflejo sobre un espejo de agua, sumado a todo esto una sensación de profunda tristeza y congoja, similar a la que presentí en mi primer contacto con este caso, no hay duda era la sensación de la muerte. Estaba viendo el lugar donde yacía el cuerpito del niño extraviado. Rápidamente llamé a Fabio para que comunicara a la policía sobre lo percibido. La policía le comentó que a 2 kilómetros de la zona que desapareció existía la laguna del cisne donde ose extraía agua para la zona, pero que ya habían buscado allí, incluso por parte de los bomberos que habían dragado toda la zona de la laguna sin obtener indicios del niño. De todas formas se le pidió que volvieran a buscarlo allí, no tuvieron tiempo; lamentablemente ese día una pareja de ecologistas lo encontraron semienterrado cabeza abajo entre unos pajonales en uno de los márgenes de la laguna, de acuerdo a la visión que había tenido la noche anterior .Inconscientemente percibí la imagen de su ubicación desde su propia óptica, cabeza abajo.

Bienvenidos a mi blog.


Marcelo Acquistapace es uruguayo, publicista y artista plástico. A los 17 años, a través de la hipnosis enfocada al arte, Acquistapace se sumergió en los caminos de la percepción extrasensorial y la clarividencia.

Estas experiencias se transformaron en su principal herramienta a la hora de colaborar voluntariamente en casos relacionados con desaparición de personas, homicidios y suicidios, convocado tanto por la policía como por los propios familiares.

La desaparición del niño Jonathan Viera, ocurrida en 1991 en Salinas, significó la primera participación de Acquistapace en un caso policial. A las tres semanas del hecho, el psíquico visualizó una laguna con dos tanques de agua. Dos días después, los investigadores encontraron el cuerpo de Jonathan en la laguna del Cisne, la principal fuente de abastecimiento de agua potable para los balnearios de la Costa de Oro. Los tanques de OSE estaban allí.

La confirmación de sus aportes impulsó a Acquistapace a desarrollar un método de trabajo que incluye la visualización de eventos futuros. Para ello no solo se vale de las visiones y las fuertes sensaciones sino también de la palabra escrita.
“En la noche la visualización es más recurrente e intensa, entonces me levanto y cuando voy a escribir o dibujar lo que veo comienza la escritura automática con frases estructuradas en cuartetas. Muchos de ellos me vienen con fechas, lugares y palabras que no conozco pero cuando recurro al diccionario y lo analizo descubro que su significado cuadra con lo escrito”, explica.

El común denominador de estas percepciones es la sensación de Acquistapace de que el hecho sucederá próximo en el tiempo, sin embargo, las visiones no conocen de límites geográficos. El anuncio de la captura del asesino serial de Ipswich (Inglaterra) una semana antes de que sucediera y el triunfo de Barack Obama con seis meses de anticipación, son algunos de los ejemplos.

Acquistapace comenzó a documentar sus experiencias hace cinco años. El archivo - que contiene sus propios escritos y sus participaciones en los medios de comunicación- contiene el anuncio referido a la existencia de gas e hidrocarburos en Uruguay, realizado tres años antes de la divulgación realizada por el presidente Tabaré Vázquez, las inundaciones ocurridas en Uruguay en el año 2007, visualizadas con seis meses de anterioridad y el suicido del padre de Natalia Martínez, visualizado cinco meses antes, entre otros casos.

Así como sus experiencias psíquicas viajan más allá del país, el testimonio de Acquistapace ha trascendido fronteras y en febrero de 2009 fue entrevistado en el show Don Francisco Presenta, producido en Miami por la cadena Univisión.

“Lamentablemente en Uruguay hay muy poco interés, sobre todo académico, para investigar este tipo de temas relacionados con el potencial de la mente, como sí existe en otros países. Sabemos lo difícil que se hace poder apreciar la percepción y la clarividencia en este mundo de escépticos, donde muchos impostores intentan constantemente enriquecerse a través de supuestos dones”, afirmó Acquistapace en la entrevista.



Otros casos destacados:

• Desaparición de Natalia Martínez (enero 2007)
• Accidente con siete sobrevivientes en el Río de la Plata (2007)
• Homicidio de Paula Iglesias (diciembre 2005)
• Desaparición de Ana Paula Graña (diciembre 2000)
• Asesinatos de Ana Luisa Miller y María Victoria Williams (1993)
• Accidente Lacalle Pou (2009)
• Explosión de una cañería de Botnia (2009)
Links:

-Caso Pamela Silva: Subrayado. http://www.youtube.com/watch?v=sob3EP98eYU
-Don Francisco presenta Univisión Miami. http://www.youtube.com/watch?v=esbX2whQxfg
-Entrevista al ministro de industria por Puglia ante el anuncio de Tabaré Vazquez del hallazgo de gas e hidrocaruros . http://www.youtube.com/watch?v=IvCPeY0O7kE